Durar menos que un (caramelo) libro en la puerta de nuestro colegio.

Nuestra forma de comunicarnos es dinámica y muta al ritmo de las nuevas necesidades o realidades que se nos presentan. Si antes se relacionaban los caramelos y las puertas de los colegios para ejemplificar lo efímero ahora (por lo menos en nuestro colegio) deberíamos añadir a la conocida expresión la conjunción disyuntiva “o”.

Es cierto que los adolescentes leen más y no creemos que sea una moda. Las razones pueden ser muy diversas: en algunos casos el confinamiento ha ayudado a reencontrar el gusto del tacto con las hojas, nuevas fórmulas en bibliotecas y librerías, la difusión a través de redes sociales y el empeño de familias, bibliotecarios y profesores entre otras razones impulsan esta corriente lectora.

Como buenos surfistas a lomos de libros intentamos desde nuestro centro surcar las mejores olas literarias, en estos tiempos que el viento azota fuerte no se dan las mejores condiciones para compartir lecturas siguiendo fórmulas anteriores. Algunas actividades celebradas (en el doble sentido de la palabra) otros años han tenido que ser momentáneamente suspendidas. Volverán (esperemos que antes que las golondrinas) los encuentros con autores, las acampadas al estilo de Halloween (con cotas insospechadas de terror), las animaciones teatralizadas, las visitas a la biblioteca y tantas otras cosas.

Mientras hemos escrito una nueva página en forma de préstamo con la Biblioteca Cubit una biblioteca con vocación juvenil  y a la que tenemos especial afecto por las diversas colaboraciones que ya hemos realizado.  El material está disponible hasta el día 18 de noviembre y son los profesores de lengua los que gestionan el préstamo de los libros. Nuestra biblioteca ha querido apoyar este terrorífico fervor lector y anteriormente a esta cooperación ya había realizado una cuidada selección de nuestros fondos más siniestros.

 En el momento de la publicación de esta entrada todos los materiales están prestados (estarán disponibles en estos días) este hecho lo consideramos un éxito y justifica el titular de esta entrada.