“La libertad es una librería”

El verso de Joan Margarit, premio Cervantes 2019, se actualiza en nuestro encierro, una prisión no sólo física sino también emocional que encuentra entre los libros un resquicio de oxígeno. Nos identificamos en la desesperación de Segismundo, Edmundo Dantès, Ana Frank o Rapunzel, atenazados por unas cadenas de cuyo sueño ansiamos despertar.

Retomando la poética del escritor catalán descubrimos que “Cuando un verso alcanza a decirnos lo que parecía inefable, es que las palabras han ocupado un lugar que ya habían tenido en la edad de oro de los lenguajes, de donde comenzaron a ser desplazadas en episodios como el de Babel” . Y es que las artes posibilitan la magia de expresar la intensidad que no tiene cabida en el inútil discurso ordinario. Esta crisis ha hecho tambalear lo que considerábamos importante para calibrar por fin lo esencial .

Precisamente la filosofía que aplaude la sublimidad de la sencillez es encarnada en las diecisiete sílabas que componen un haiku. Este género japonés desplaza a nuestro narcisista “yo” para integrarnos en una melancólica naturaleza en la que somos un partícipe más y no ya un ser dominador. Es el descubrimiento íntimo de la maravilla revelada en el instante, la comunión zen oriental o el reconocido mindfulness occidental en una oda a la belleza cíclica de las estaciones.

Los alumnos de Secundaria han tenido la oportunidad de descubrir y emular la transcendencia del camino iniciado por Matsuo Bashō (1644-1694) en un proyecto interdisciplinar de Lengua Castellana y Literatura y Educación Plástica al que se le ha dado continuidad, pese a las dificultades, desde sus hogares. Si grandes escritores consiguieron en sus encierros dar a luz obras como Cartas desde mi celda (Bécquer), Frankenstein (Mary Shelley), Macbeth (con un Shakespeare confinado por la peste) o El Quijote (con Cervantes recluido en la cárcel de Sevilla), nuestros chicos han seguido su fecunda estela con composiciones depuradas, honestas y sencillamente bellas. Reconociendo el esfuerzo y la generosidad de nuestros estudiantes-poetas, os invitamos a pasear y recrearos en la serenidad de los haikus, unos versos para deleitar nuestros sentidos y celebrar en nuestros lares el Día del Libro.

Carlos Tristán nos ha regalado su interpretación musical para el video. Os dejamos el enlace a su canal de Youtube. Muchas gracias por ello.

Y no te olvides de seguir celebrando la lectura todos los días paseándote por algunas de las recomendaciones que el confinamiento nos regala: Repositorio de lecturas.

1 “La libertad”, El primer frío: Poesía 1975-1995, Visor Libros, Madrid, 2004.

2 Del Epílogo a Edad Roja, dentro de El primer frío, poesía 1975-1995, Visor libros, Madrid, 2004.

3 CONOCIMIENTO
Cavar entre las piedras, los terrones,
las raíces que nunca arrancarás.
Es el precio que tiene lo profundo.
Cavar es religioso.
Es una forma de bondad.
Cavar de noche. Luego arrodillarse
y alzar los ojos hacia el firmamento
sin olvidar que todo ha de buscarse en tierra:
cómo alzar una casa, o escribir poesía.
Incluso desde dónde poder volver a amar
en este temporal de la memoria.