Paseo romano. 4º ESO

El pasado viernes día 7 de octubre, el grupo de alumnos de Latín de 4º ESO del colegio La Salle Montemolín fuimos a hacer un Paseo Romano por Zaragoza.

El objetivo de la actividad era conocer el origen y los testimonios materiales que se conservan de la antigua Caesaraugusta, la única ciudad romana que gozó del privilegio de ostentar el nombre completo de su fundador: César Augusto.

Empezamos el encuentro con Sara, nuestra guía turística, en la estatua de César Augusto, donde nos explicó los inicios de nuestra ciudad y algunas cosas muy curiosas como que las murallas que se conservan en pie son del siglo III d.C. o que la Calle del Coso se llama así por la palabra latina “cursus”, que significa curso o camino.

Después fuimos al Museo del Puerto Fluvial. Allí vimos una breve película y la guía nos contó que antiguamente, el puerto y el foro estaban unidos y ocupaban el espacio de tres campos de fútbol juntos. Como el río Ebro era navegable en la Antigüedad, en sus riberas se asentaban embarcaderos y puertos. También aprendimos, que cuando transportaban comida, como no existían los conservantes, ponían los alimentos en sal para que se guardaran en buen estado, y a la hora de comerlos se desalaban y mantenían su sabor fresco.

A eso de las doce del mediodía visitamos el Museo del Foro, localizado bajo la actual plaza de la Seo. Allí pudimos contemplar recreaciones de la vajilla que empleaban los romanos y supimos cuál era el uso que le daban a cada objeto. Nos adentrarnos en la gran cloaca de la que comprendimos su funcionamiento, notamos la inclinación, la humedad y vimos de cerca el material del que estaba hecha.

Como penúltima visita, estuvimos en el Museo de las Termas públicas de Caesaraugusta y observamos la media piscina muy bien conservada que aún queda y que era porticada y al aire libre. Vimos expuesto en unas vitrinas el típico “kit” que llevaban los romanos cuando iban a este lugar. Nos enteramos de que las termas, además de ser un lugar público para la limpieza del cuerpo, era también un centro de vida social y cultural.

Para terminar, fuimos al Museo del Teatro de Caesaraugusta, donde se conserva solo un 5% del teatro original, pero que ya es suficiente para impresionar. En este lugar cabían 6000 personas, que era un tercio de toda la población de la ciudad, y los asientos estaban organizados según la clase social de los ciudadanos. Se mantuvo en funcionamiento más de doscientos años y fue punto de reunión, esparcimiento y vida social. Ejerció un papel muy importante como transmisor de valores culturales, políticos y religiosos del Imperio romano.

Esta ruta nos ha servido para aprender mucho acerca de los orígenes de Zaragoza. Nos ha dado a conocer de forma amena y rigurosa el centro político y los edificios públicos más emblemáticos de la ciudad romana. Hemos podido revivir las áreas en las que se desarrollaba su actividad comercial, económica, política y social, cultural y religiosa.

Consideramos que es importante conocer nuestro pasado porque esto nos ayuda a entender mejor el presente.

Isabel Navalpotro y Alba Díez